Es presidente del Centro Lalín, A Golada y Silleda de Galicia en Buenos Aires y de Ospaña

José Luis Seoane: “La crisis del país está llevando a que muchos jóvenes redescubran su lado español y gallego”

La apuesta de Galicia por el retorno de los jóvenes del exterior ha centrado una parte importante del Pleno del Consello de Comunidades Galegas en el que ha participado José Luis Seoane, presidente del Centro Lalín, A Golada y Silleda en Buenos Aires y de Ospaña, quien explica que desde el punto de vista de Galicia el retorno de jóvenes le parece “maravilloso”, pero desde el punto de vista argentino le produce “cierta tristeza”.

José Luis Seoane: “La crisis del país está llevando a que muchos jóvenes redescubran su lado español y gallego”

El presidente del Centro Lalín asegura que “la mayoría de los chicos son argentinos y se sienten argentinos”, pero “la crisis del país está llevando a que muchos jóvenes redescubran su lado español y gallego”.

Seoane reconoce que “los chicos reciben muy bien” los programas de apoyo al retorno, pero “no puedo evitar mirarlo desde los dos lados y cuando miro desde el punto de vista argentino me produce cierta tristeza ver que de Argentina se está yendo una cantidad enorme de chicos jóvenes, muchos profesionales y muchos con toda su vida por delante”, destaca el presidente del Centro Lalín. Subraya que “se están trayendo lo mejor de cada casa” y eso “desde el punto de vista de Galicia es magnífico”. “Si se tienen que ir a algún lugar es mejor que vengan acá”, sentencia Seoane, quien recalca que “Galicia puede incorporar mucha gente valiosa” y que estos planes de retorno supone una oportunidad personal que Argentina no les está dando.

“Mi tristeza –reitera– es como país, porque veo a la Argentina desangrándose como le pasaba a la Galicia de los años 50 y no es una sensación agradable”.

Respecto a la celebración del Consello de Comunidades Galegas, Seoane destaca que “es interesante desde el punto de vista de los temas que toca, pero también es muy interesante porque te permite conocer a muchos presidentes de instituciones del mundo que, si no, no los conocerías, y son miradas diferentes”, ya que no es lo mismo la mirada europea que la americana y dentro de la americana, no es lo mismo representar a Nueva York que representar a Buenos Aires. “Somos todos gallegos –continúa–, pero son múltiples miradas y eso enriquece”.

Situación de la colectividad en Argentina

En referencia a la situación del Centro Lalín y de Ospaña, el presidente de ambas instituciones asegura que “afortunadamente están bastante bien. Son dos instituciones que han crecido en los últimos años, a pesar de la pandemia y a pesar de la crisis económica”.

Seoane recuerda que “Argentina, en general, está pasando un momento complejo y nadie puede prever que pasará en el país en tres meses”. El nivel de incertidumbre es tan grande que el trabajo de los directivos de las instituciones se complica “porque es un país que está en crisis y que está al borde de una crisis peor –porque esa es la sensación que tenemos–. Es como estar encima del Titanic, estamos flotando, pero tenemos la posibilidad de hundirnos el año que viene”.

En todo caso, “Ospaña es una institución que tiene cierta espalda, ya que hemos tenido superávit los 16 años que hace que nació, por lo tanto, una empresa que lleva 16 años con superávit un año malo lo va a poder soportar”, comenta su presidente.

Esta obra social, que da servicios de salud a todo el país, “es una de las pocas instituciones que nunca pidió recursos”, destaca Seoane, quien matiza que “sí que ha colaborado con nosotros enormemente Galicia y España en un sentido institucional y de respaldo, que en un país como Argentina es fundamental”.

“En este sentido –dice–, la ayuda gallega y española ha sido muy importante porque cuando ha hecho falta nos han respaldado, pero en lo económico, no. Ospaña nunca ha pedido ayuda económica”.

El Centro Lalín, “lo mismo, es una institución que ha crecido en aproximadamente en unos 100 socios en los últimos cuatro años, lo cual en una institución social como es el Centro Lalín es mucho”.

La institución cuenta con 1.500 socios inscritos, pero hay muchos que no se dan de baja y por eso la directiva cuanta con unos 700 socios activos.

“En los últimos años, –subraya Seoane– la gente de Cultura trabajó mucho, hay un coro y un conjunto de danzas y música nuevos. También acabamos de constituir una editorial y sacamos nuestro primer libro de relatos de la emigración, donde participaron 200 personas en un concurso y luego se seleccionaron algunos. Hay una movida cultural importante y es un centro que tiene cierta vitalidad”.

Participación de los jóvenes

La participación de los jóvenes en las instituciones del exterior es otro de los problemas constantes a los que se enfrenta la colectividad.

Seoane explica que en Ospaña “no tiene ningún problema, ya que más del 90% de sus socios son jóvenes y su personal es joven en general”.

La situación del Centro Lalín es diferente, ya que, según su presidente, hace cinco o seis años tenía pendiente la incorporación de mujeres y de jóvenes.

La falta de mujeres era, según Seoane, un problema porque “las mujeres en las instituciones son muy colaborativas”. En todo caso, ese tema ya se solucionó y actualmente, “salvo una subcomisión, todas las comisiones tienen presidentas mujeres y yo auguro que en cuatro/cinco años habrá una presidenta mujer del Centro, incluso en menos, por la evolución natural que están teniendo, porque vienen a trabajar, opinan y participan. La participación de la mujer en Lalín le ha hecho mucho bien a la institución”.

El tema de los jóvenes, se lamenta, es más complejo porque vienen por el tema del conjunto de música, pero nada más. “Yo fui presidente del Centro Lalín desde 2001 a 2007, con 40 años, y ahí hay una camada de gente que sigue estando que tenemos 60 y ahora habría que renovarla, pero no es fácil. El conjunto de música es lo único que incorpora gente nueva”.

La renovación generacional en las instituciones es un tema “complejo porque Argentina es un país donde los emigrantes se han integrado de forma absoluta. Los gallegos se han sentido parte de Argentina rápidamente y sus hijos son argentinos y se sienten argentinos”.