Vicepresidente de Caballeros de Santiago, alude al perjuicio que causó el cierre del Hospital Español

Francisco Javier Piñeiro: “Esperamos que nuestras propuestas sobre las necesidades en Bahía sean atendidas en la Comisión”

El vicepresidente de la Asociación Cultural Caballeros de Santiago de Salvador de Bahía, Franciscco Javier Piñeiro, expone los problemas que aquejan a la población gallega circunscrita a su área de influencia, así como las carencias de tipo sanitario que padecen, muchas de ellas derivadas del cierre del Hospital Español.


 

Francisco Javier Piñeiro: “Esperamos que nuestras propuestas sobre las necesidades en Bahía sean atendidas en la Comisión”

Desde diciembre de 2019, cuando se celebró el XII Pleno del Consello de Comunidades Galegas, hasta este último, que tuvo lugar los pasados días 22 y 23 de septiembre, una pandemia cambió el rumbo de la vida en todo el mundo. Tres meses después de aquellas sesiones de trabajo que congregaron en Santiago a los representantes de las entidades gallegas en el exterior se paró la actividad en las fábricas, se encerró a la población en sus casas, se contabilizaron infinidad de muertos y enfermos y estuvieron a la deriva multitud de personas e instituciones sin recursos, incapaces de hace frente a sus necesidades más perentorias. Centros gallegos en el exterior, sobre todo los que carecían de sede propia, se contaban entre los más perjudicados por la pandemia y la amenaza de cierre se cernía sobre ellos, como ocurrió con algunos de Brasil. El vicepresidente de la Asociación Cultural Hispano Gallega Caballeros de Santiago de Salvador de Bahía, Francisco Javier Piñeiro Garrido, recuerda ese tiempo vivido como “un momento muy difícil”, en el que “hubo que tomar decisiones para que las asociaciones no cerrasen, sobre todo, las que pagaban un alquiler”. Se refiere al trabajo de la Comisión Delegada del Consello de Comunidades Galegas, de la que la organización a la que representa forma parte. 

En el transcurso del XIII Pleno del Consello –celebrado los pasados días 22 y 23 en Ourense–, Francisco Javier Piñeiro aludió –en conversación con este medio de comunicación– a las reuniones que de forma periódica y telemática celebró, durante ese periodo de crisis, la Comisión para salir al paso de las situaciones de urgencia que, ante tamaña situación desatada por un virus tan letal, planteaban los dirigentes de dichas entidades. Entre otras funciones, comentó, “hubo que aprobar ayudas que la Xunta quería conceder a las asociaciones para evitar que cerrasen, como las ayudas de emergencia”. Asimismo, puso en valor la labor de intermediación entre los centros y el Gobierno gallego que lleva a cabo dicho órgano, porque la comunicación entre las entidades y la Xunta “se hace a través de nosotros”, dijo, en relación a la Comisión. Así, “las decisiones, las ideas” que parten de las asociaciones se comentan con los delegados en cada zona “para que estos pasen las necesidades al Gobierno gallego. “Al final, [la Comisión] está en medio de las asociaciones y de la Xunta”, apunta Piñeiro Garrido, quien valora positivamente el trabajo que realizó el equipo saliente durante el tiempo de pandemia.

Como dirigente de la Asociación Cultural Hispano Gallega Caballeros de Santiago de Salvador de Bahía que vivió de cerca el drama humano de personas vinculadas a la entidad, se siente satisfecho con las “ayudas de emergencia” que envió la Xunta durante el tiempo que duró la crisis sanitaria, porque “ayudó a muchas personas con problemas de dinero que pidieron socorro a través de Caballeros”, dijo. Al respecto, considera que “se actuó bien”, porque “mucha gente se benefició de esas ayudas” en un momento en el que “en Brasil, se cerró todo y la gente no tenía dinero”.

Los coletazos derivados de la situación todavía repercuten en los menos favorecidos de un país con más de 215 millones de habitantes, de los cuales, alrededor de tres millones residen en Salvador de Bahía, desde donde Piñeiro observa “necesidades” por parte de la colectividad gallega que es preciso cubrir de alguna manera.

“Antes teníamos el Hospital Español, y esa gente iba al hospital, sobre todo los que no tenían familia, pero cuando cerró, quedaron desamparados”, denuncia. Ahora “van a Caballeros de Santiago a pedir las ayudas de la Xunta y lo hacen a través de nosotros”, remarca el vicepresidente de la entidad, quien espera que las propuestas que sobre el particular son elevadas a la Comisión Delegada recién constituida, y de la que Caballeros se mantiene como miembro integrante, “sean aprobadas”.

Al margen de poner sobre la mesa los problemas de primera necesidad que se detectan en su zona de influencia y sobre los que considera prioritario actuar, Piñeiro también destacó a este medio el propósito de la entidad a la que representa de “mantener la cultura” gallega entre la colectividad en Salvador de Bahía y “conservar las raíces” para que entre las nuevas generaciones sigan vivas las “ganas de sentirse gallegos”.