Recuperar para el sector primario tierra abandonada o infrautilizada
Dentro del apoyo de la Xunta al sector primario y para seguir creciendo en la producción de productos de calidad como el queso y la miel, destaca la Ley de recuperación de tierra agraria de Galicia que tiene como objetivos mantener e incrementar la actividad y la gestión agroforestal, recuperar tierras abandonadas, evitar que cierren explotaciones y el abandono de tierra, mejorar la calidad de vida, facilitar el acceso a la tierra, contribuir a la seguridad alimentaria y facilitar la recuperación demográfica. Hay que tener en cuenta que la tierra es un recurso escaso y que Galicia cuenta con más de 500.000 hectáreas que están abandonadas o infrautilizadas.
Los mecanismos para recuperar la tierra y prevenir el abandono pasan por impulsar y reforzar el banco de tierras, que facilita que aquellas personas que quieran dedicarse a la actividad agroforestal puedan acceder a la tierra y la creación del banco de explotaciones, que pone en contacto a titulares de explotaciones que abandonan la actividad con personas interesadas en incorporarse a ellas, de manera que se garantice la continuidad de las explotaciones.
Desde 2021 se han movilizado casi 10.000 hectáreas a través de diferentes herramientas que afectan, especialmente, a tierras en las que no se realiza ningún tipo de actividad agrícola, ganadera o forestal o que tienen un uso diferente al identificado en el Catálogo de suelos agropecuarios y forestales.
En este caso el titular del terreno tiene tres opciones: Recuperar el terreno y ponerlo en condiciones de producción, ceder a un tercero su uso y aprovechamiento o incorporar la finca al banco de tierras. En caso de no aceptar ninguna de estas opciones se llevaría a cabo una declaración de abandono.
Además de las permutas, se han puesto en marcha nuevos instrumentos para recuperar la tierra como son las aldeas modelos, los polígonos agroforestales y actuaciones de gestión conjunta.
En las aldeas modelo se trata de recuperar tierra abandonada de alta capacidad productiva en el entorno de núcleos rurales de población creando actividad agroganadera y permitiendo su recuperación demográfica y la mejora de la calidad de vida de su población, así como contribuir a prevenir los incendios.
Por su parte, los polígonos agroforestales tienen como objetivo volver a las grandes áreas de tierra y con buena capacidad productiva que están abandonadas o infrautilizadas. Estos polígonos, que pueden ser tanto de titularidad pública como privada, se organizan a través de una reestructuración parcelaria. También existen polígonos agroforestales cuyo objetivo es servir de cortafuegos y son de titularidad pública.
Por último, están las agrupaciones de gestión conjunta. En este modelo de explotación no hay una reorganización de la propiedad, pero sí deben estar inscritas en el registro de agrupaciones. Una vez más el objetivo es poner en valor la tierra, impedir el abandono, crear empleo, fijar población y prevenir incendios.
